“Si cumples 25 años ya no puedes ser novia de Leonardo DiCaprio” o la normalización del ‘complejo de Lolita’
Artículo recogido integramente en eldiario.es
El actor ha iniciado una nueva relación con la modelo Vittoria Ceretti confirmando así una inclinación extensible a otros hombres famosos: emparejarse con alguien mucho más joven; algo que no interpretamos y juzgamos de igual manera cuando es una mujer quien rebasa la edad de la otra persona.
Cada persona tiene sus propias ideas sobre qué es el amor. Está comprobado que se trata de un sentimiento químico: la dopamina actúa como neurotransmisora para hacernos sentir placer y atracción. Pero también se trata de un tipo de afecto abstracto, ya que está en la personalidad y experiencia de cada cual sentir y actuar de una manera u otra; sea con una pareja sentimental, con un amigo o con un familiar.
Crecemos con las ideas románticas de que “un clavo saca a otro clavo” o de que “cuando estás enamorado no hay límites”. “El amor no tiene edad”, dicen, “no elegimos de quién nos enamoramos”. Y, entre los refranes más conocidos sobre este sentimiento, está el de “ni abril sin flores ni juventud sin amores”, haciendo alusión a que durante la adolescencia las personas suelen enamorarse más. Pero hay quienes se saltan el dicho y parecen llevar esa norma a la espalda durante toda su vida, enamorándose de personas mucho más jóvenes. Y, en algunos casos, repetidas veces.
En numerosas ocasiones hemos visto cómo a la comunidad de Instagram, de X (antes Twitter) o de TikTok, le llama la atención este tipo de relaciones. Las que más virales se hacen al publicarse decenas de titulares o centenares de memes son en las que un hombre famoso empieza a salir con una chica llamativamente más joven que él.
En la prensa del corazón española encontramos a Kiko Matamoros, de 66 años, quien se casó a principios del pasado verano con Marta López Álamo, modelo e influencer de 26; se sacan 40 años. Otra pareja cuya diferencia de edad fue ampliamente comentada es la que formaban la modelo Laura Escanes y el presentador Risto Mejide, quienes se conocieron cuando ella tenía 19 años y él 41. Este es un patrón que repite el actor y productor de cine Leonardo DiCaprio con sus novias, y no parece cansarse de él. Hace poco conocíamos que su nueva pareja es Vittoria Ceretti, una reconocida modelo italiana de 25 años. Ella ha roto con la ‘norma’ que ha seguido el estadounidense de dejar a sus novias cuando cumplen el cuarto de siglo por otra más joven, aunque él siga cumpliendo años.
Desde mediados de los años 90 hasta la actualidad, DiCaprio ha tenido más de una decena de parejas sentimentales. En la adolescencia fue la modelo Bridget Hall quien le robó el corazón con 17 años, tres menos que él. Con 23, época de estreno y explosión de la exitosa película Titanic, el actor tuvo varias parejas (todas menores de 25 años) pero ninguna estable. En el año 2000 comenzó una relación con la supermodelo brasileña Gisele Bündchen, la cual no llegó a los cinco años de duración, justo cuando ella cumplía los 25. Tras esa ruptura conoció a Bar Refaeli, 10 años menor que él. Estuvieron juntos hasta 2009, cuando la actriz y presentadora israelí soplaba las velas de sus 25 años.
Tras varios romances pasajeros, DiCaprio empezó a salir con la modelo Camila Morrone, hasta que decidieron ponerle fin a una relación de cinco años; algo que ocurrió dos meses después de que ella cumpliese los 25. Su última pareja conocida antes de Ceretti fue la modelo estadounidense Megan Roche; ella tenía 22 años, 26 menos que él. No parecen necesarios más ejemplos para observar con claridad que el famoso actor lleva un patrón en sus relaciones condicionado por la edad de las mujeres con las que empieza a salir y, sobre todo, la edad que tienen cuando decide dejarlas por otra.
En redes sociales su comportamiento ha sido ampliamente comentado, aparte de convertirse en material de primera para memes. “Titanic ha hecho 25 años, ya es más vieja que cualquiera de las novias de Leonardo DiCaprio”, comenta una usuaria. “Qué lindo DiCaprio preocupándose por el medioambiente, se nota que quiere un planeta mejor para sus próximas novias”, escribe otra siguiendo el juego.
Otros crean infografías con estadísticas que reflejan el anecdótico límite de edad de las parejas en cuestión, e incluso existen hilos con teorías sobre el tema: “DiCaprio no le termina a sus novias cuando cumplen 25, sino que ellas llegan por fin al nivel de madurez necesario para visualizar con más herramientas la relación que tienen con un tipo estancado emocionalmente que podría ser fácilmente su papá y se largan de ahí”, escribe una joven en X.
Se normalizan las parejas con diferencia de edad, pero solo si ellos son mayores
Existen distintas investigaciones que concluyen que, en términos generales, a mayor diferencia de edad, menor posibilidad de que la pareja funcione. Sin embargo, seguimos encontrando el llamado ‘complejo de Lolita’, nombrado así a partir de la novela de Nabokov (hombres a los que les gustan las mujeres con aspecto aniñado), tanto en el mundo de los famosos como en nuestro día a día.
Para la socióloga especializada en diversidad e igualdad Raquel Jiménez Manzano, que se normalicen este tipo de relaciones entre dos personas con gran diferencia de edad tiene que ver “con algo tradicional”. “Que un hombre sea mucho mayor que una mujer en una relación siempre ha existido y se ha justificado con la diferencia en base a la diferencia del proceso madurativo. Es decir, siempre se ha señalado que, en general, los hombres maduran más tarde que las mujeres y, por tanto, la diferencia de edad estaría compensada por la madurez”, sostiene.
Si históricamente hemos normalizado que el hombre sea el mayor, también deberíamos hacerlo al revés y dejar de ridiculizarlas
«Si históricamente hemos normalizado que el hombre sea el mayor, también deberíamos hacerlo al revés y dejar de ridiculizarlas«
Raquel Jiménez Manzano — socióloga especializada en igualdad y diversidad
Aunque entendamos que “los hombres se acercan a mujeres más jóvenes por intereses sexuales”, para la socióloga “cada vez hay menos diferencias entre los pensamientos y el físico a diferentes edades”, por lo que entiende la normalización de estas relaciones. Por contra, señala que esta normalización no existe cuando la mujer es la mayor sino que, por el contrario, se la juzga de manera pública.
“Los distintos juicios que se hacen en función del género de la persona mayor están relacionados con los estereotipos de género. Por ejemplo, en el caso de Nicholas Sarkozy y Carla Bruni, donde la diferencia de edad era de 13 años y, en el caso de Emmanuel Macron y su mujer Brigitte, donde la diferencia es de 24 años —ella mayor que él—, los comentarios hacia Briggitte fueron muy, muy desagradables. Sin embargo, cuando se da el caso contrario la gente lo ve como que la persona joven (una chica) está buscando estabilidad y experiencia. Si históricamente hemos normalizado que el hombre sea el mayor, también deberíamos hacerlo al revés y dejar de ridiculizarlas”, reflexiona Jiménez Manzano.
Aunque la experta lamenta que se hagan juicios de estas relaciones sentimentales, sea la persona mayor de un género u otro, cree que “no debemos caer en las ideas del amor romántico de que es una fuerza que lo puede todo”. “En este tipo de relaciones, llega un momento en el que la persona mayor deja de ser una persona adulta para convertirse en una que necesita cuidados cuando su pareja aún está en otra etapa vital de tener nuevas experiencias, algo que puede romper relaciones que se creían totalmente consolidadas”, dice.
No podemos saber qué hay exactamente tras el comportamiento de estas personas más mayores que sus parejas. Según Sergio García Soriano, psicólogo especializado en vínculos de pareja, sí pueden barajarse diferentes patrones. “La mente es compleja”, dice, “puede que sea simplemente un gusto personal hacia personas más jóvenes pero, en este caso [el de DiCaprio], acabar el análisis aquí se quedaría corto. Si existe una condición sine qua non de que sus parejas sean extremadamente jóvenes puede tener varias lecturas”.
El psicólogo plantea diferentes motivaciones que podrían responder a, desde el gusto de una persona madura por la inocencia infinita y un afán por enseñar su experiencia a diferentes personas, a un deseo de no bajar el ritmo ni la pasión sexual que se ha sentido desde los 20 años; hasta un complejo inconsciente de la eterna juventud si se observa esta conducta desde la mirada psicoanalítica.
“Una pareja más joven siempre revitaliza la vida sexual de aquellas que llegan a los 50 años, y es algo que podemos ver habitualmente porque socialmente está bien visto. Muchos lo ven como un ‘trofeo’ porque para ellos significa algo prestigioso poder enamorar a chicas jóvenes. Sin embargo, en este caso debemos considerar la posible existencia de un complejo de Edipo”, sostiene García Soriano refiriéndose a los casos en los que la diferencia de edad podría corresponderse con la de un padre y una hija. “El incesto es algo que hemos superado a lo largo de los siglos, pero en ocasiones puede tener algo que ver en nuestros comportamientos diarios”.
«En este tipo de relaciones, llega un momento en el que la persona mayor deja de ser una persona adulta para convertirse en una que necesita cuidados cuando su pareja aún está en otra etapa vital, algo que puede romper relaciones que se creían consolidadas».
Raquel Jiménez Manzano — socióloga especializada en diversidad e igualdad
Según García Soriano, en la mayoría de los casos y sobre todo en las relaciones sentimentales, buscamos más el carpe diem que un enamoramiento sin fecha de caducidad. “La motivación de las chicas que salen con DiCaprio seguramente tenga que ver más con una fantasía erótica y con el vivir el día a día de un amor romántico que con la búsqueda de un proyecto de futuro. Ellas también pueden estar buscando una figura paterna en su pareja —nuevamente una característica del complejo de Edipo—, a sabiendas de que todo será a corto o medio plazo porque él aún actúa como si tuviese relaciones adolescentes”, opina García Soriano.
Otro rasgo atribuible a algunos de estos casos, según el psicólogo, es el del complejo de Peter Pan. Aplicado a este tipo de situaciones, este se explica por un cambio en la actitud de la persona más mayor que se empieza a comportar como alguien más joven con el fin de seducir al otro: cambios en la vestimenta, en los sitios frecuentados y hasta en la forma de hablar para acercarse los códigos generacionales que les son ajenos. “Una persona de 20 años se puede enamorar de una de 60, aunque en ocasiones esas parejas no duren por las diferencias en sus momentos vitales y necesidades”, concluye García Soriano.